martes, 7 de diciembre de 2010

30 - La rosa púrpura del Cairo (Woody Allen)


Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma.

Esta semana hemos hablado de una comedia que destila amor por la magia del cine por todos los costados. Conversacines hará su primera incursión en el mundo del cine de uno de los autores mas interesantes del siglo XX, Woody Allen.

Una comedia fresca, divertida al modo del director americano, con una buena carga de música de calidad, imaginación y un reparto muy acertado.

Gracias Woody, por entrar en Conversacines.

Participantes 30- La rosa púrpura del Cairo (Woody Allen):

- Juan Caso García (Arquitecto y profesor ETSAS)
- Claudio Crespo Castillo (Doctor en historia, escritor y guionista)
- Venancio Cermeño (Colaborador MSF Sevilla)
- Jesús Daniel De León Rodríguez (Chus) (Estudiante Etsas Sevilla)

DALE AL PLAY Y ESCUCHA EL CONVERSACINES
(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)


PELICULAS:

- Ran (A.Kurosawa) (1985)
- Tokio G.A. (W.Wenders) (1985)
- Invisibles (Coixet,Wenders,FLeon,Barroso,Corcuera) (2007)
- Blancanieves y los siete enanitos (David Hand) (1937)
- Zelig (Woody Allen) (1983)

6 comentarios:

  1. Muchas gracias de verdad, Mr Chus, por programar esta auténtica maravilla en tu conversacines que algunos entendemos como un regalo de Reyes anticipado y como si este año el Gordo de la Lotería nos cayese el 21 en lugar del 22.
    En realidad, como acérrimo alleniano que soy fui yo quien te sugirió en el buzón de peticiones del oyente hace tiempo que prepararas un conversacines sobre Manhattan al considerar que ésta es quizá la obra más emblemática del universo alleniano y la que prácticamente lo pone en funcionamiento. Sin embargo, me siento muy complacido de que tu primer acercamiento al cine de Woody sea con La rosa púrpura. Es más, esta es la película que recomendaría sin dudar a los detractores de Allen, que haberlos haylos y muchos, a esos que van diciendo por ahí que el hombre lleva 40 años repitiendo la misma película. Qué me digan esos donde está aquí Nueva York, dónde esos liberales intelectuales del alto Manhattan, dónde los psiquiatras y los psicoanalistas o los aspirantes a Ibsen o a Eugene O Neill. Por no estar, no está ni el gafapasta que tan de los nervios pone a algunos ni sus habituales reflexiones bergmanianas en torno a la vida, la muerte y Dios. Bueno, haberlas, haylas también, pero son más sutiles y van en un rollo mucho más pirandelliano. La rosa púrpura es una película llena de magia y fascinación, la fascinación que un artista como Woody siente por su oficio, y la magia que nace cada tarde cuando las luces se apagan y una sala grande con butacas queda a oscuras. Es curioso que al aparato que se enciende entonces se le llame proyector, pues al tiempo que proyecta imágenes también proyecta sueños e ilusiones. La rosa púrpura del Cairo es el gran homenaje de Woody Allen al cine y los que amamos este arte no podemos sino sentir veneración hacia esta obra.
    Cuesta mucho hablar de una película y un director que significan tanto para uno mismo. Yo lo confieso, no puedo ser imparcial ante un señor que me tiene ganado de antemano. Puede que no sea el mejor director de la Historia, de hecho yo lo considero más un creador que un director. Y por eso mismo, por crear ese universo y ese personaje que siento tan cercano se ha ganado mi gratitud y mi fidelidad eterna. Y por eso mismo espero su estreno de cada año con la misma impaciencia con la que un crío aguarda la Noche de Reyes. Quién sabe si en una de esas no van Alan Alda y Diane West y saltan de la pantalla y al final acabamos los tres echando unas risas en el bar de la esquina.

    Espero que os salga muy bien el programa, que mimbres para ello no os faltan. Y lo dicho, me siento enormemente complacido ¿Puedo pedir otra?

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  2. En primer lugar, darte las gracias a ti Dexter por seguirnos y estar presente.

    Por supuesto que la decisión de elegir "La rosa púrpura" viene asociada a tu petición. En esta ocasión era Juan la persona que elegía, y comentó que estaba entre "Manhatan" y "La rosa púrpura", decantándose por esta última.

    Allen tocaba ya, llevamos 30 conversacines y era hora de hablar del maestro neoyorquino. Los comentarios, me los reservo para el programa si no te importa (así no desvelamos nada).

    Ah.. y por supuesto que puedes pedir cuantas películas desees, que para eso estamos por aquí. Eso si, les buscaremos el huequito entre las peticiones de los compañeros.

    Gracias por estar ahí Dex.

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  3. La Rosa Púrpura del Cairo (Woody Allen, 1985) es a grandes rasgos un homenaje al arte cinematográfico, es la película dentro de la película. ¿Pero es que alguna vez nos hemos puesto a pensar que en el cine las respuestas son siempre las adecuadas, la ropa no se ensucia, los besos son perfectos, la muerte es bella, los taxis aparecen por encanto, los teléfonos públicos siempre funcionan? Es el mago Woody Allen quien nos despierta utilizando su habitual blanco y negro con el color para lograr diferenciar algo tan contrapuesto como el cine y la vida, pero, paradójicamente, los une también, pasando de una técnica a otra con cierta armonía.
    El amigo Woody Allen tiene una filmografía dispar. En ella se encuentran películas buenas (Sleeper, 1973), malas (Scoop, 2006), grandes (Match Point, 2005), flojas (Celebrity, 1998) y algunas geniales. La Rosa Púrpura del Cairo (1985) pertenece a este último grupo. Se trata de un cóctel facilísimo de beber en el que se mezclan las dosis justas de comedia, drama y ficción.

    Su guión recibió una nominación a los Óscar, y es que la idea sobre la que se construye es brillante.
    Tiene otras películas fascinantes como “Manhatan”, “Sombras y niebla”, “Annie Hall”... Pero ésta es la más rara. Su rareza consiste en el tema, inédito en Woody Allen: la naturaleza de lo creado, de la ficción. La realidad de lo ficticio y lo ficticio de lo real. En esta historia ambas realidades se funden en una, aunque nunca se confunden (Allen es demasiado racional para llegar a eso).
    Lo más interesante de la película es la relación de Cecilia y Tom, ese personaje de ficción; el se siente extrañado de que después de un beso no venga un fundido a negro; también se pregunta a qué saben las cotufas, ¡porque su ruido es muy molesto! Nos quedamos fríos cuando tras una explicación de Cecilia acerca de la situación crítica del país, Tom con mucha inocencia dice: “¡Lo siento. Me perdí la primera guerra mundial!" Es aquí cuando nos damos cuenta de que bajo ese sombrero no hay más que el feo rostro de Woody Allen.
    Cecilia se muere de la emoción cuando conoce a Gil Shephers (el actor de carne y hueso). Pero se va a sentir muy confundida porque no sabe a quién querer, ya que se lleva muy bien con ambos. Gil Shephers también lleva adentro a Woody Allen. ( aunque en esta pelicula Allen no aparece, está claro que se identifica con el solitario de Gil ) El New York Times publicó que Gil podría hacer más que comedia; además en su próximo personaje encarnaría a Lindbergh, que también era un solitario, lo cual es una fiel descripción de la vida de Allen.

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  4. Esta trama de una comedia se vuelve mas fantasiosa cuando el personaje fugado decide volver a la pantalla pero acompañado de Mia Farrow. Se salta del mundo real al ficticio y viceversa hasta lograr la destrucción de la frontera entre el cine y la vida, lo que hace que La Rosa Púrpura del Cairo sea simplemente dura como la vida, seductora como la magia del cine.
    A pesar de la fascinación por el cine, Cecilia va a tener que decidir, se encuentra en una encrucijada: el personaje perfecto (que le dará una vida llena de aventuras, amor y seguridad) o el actor con quien se lleva muy bien. Por supuesto, ella elige al hombre que pertenece a la realidad, quien posteriormente y como buen personaje de Allen se va sin ella. La utiliza para que su imagen volviera a la pantalla, y aunque la quería, (porque su actitud lo transmite), prefiere irse solo, ya que es un personaje real de esa sociedad traumatizada de Allen.
    La imaginación de este gran realizador va más allá de la nuestra, nos da un final muy duro y que no podía cambiar quien prefiere tocar el saxo en Nueva York la misma noche que están premiando
    Cecilia (protagonizada por Mia Farrow) será el agente que va a marcar la reverencia al cine. Ella es una mujer al estilo de Allen, cargada de problemas que no se muestran explícitamente; es decir, no existe un psicoanalista que nos plantee abiertamente el problema de Cecilia, pero ella es en esencia una mujer con una gran neurosis, producto de su frustrada vida matrimonial, su desagradable empleo y, como si fuera poco, con la presión de la crisis económica. Pero ella busca un escape, algo así como su mejor psicólogo: "el cine", el lugar donde ella se olvida de sus problemas.
    Son incontables los detalles y gags que marcan su situación. Cuando, por ejemplo, varias "parejas" compran sus entradas en el teatro y ella está sola, Cecilia deja testimonio de su afición al cine al saludar a todos los empleados del cine como si los viera todos los días.
    Aunque se trate de un argumento disparatado, todo sucede con gran naturalidad. En ningún momento chirría la idea de ver a un personaje saltar de la pantalla, y hacer que el espectador se trague sin inmutarse una cosa así está sólo al alcance de los más grandes. De acuerdo, en El último gran héroe (John McTiernan, 1993) Arnold Schwarzenegger también saltaba de la pantallaLa idea también se repite, salvando las diferencias, en una película anterior de Allen, Sueños de un seductor (Play it again, Sam, 1972). En ella el mismísimo Humphrey Bogart se persona en sus delirios para darle consejos de seducción.

    Me quedo con una frase absurda de La Rosa Púrpura del Cairo. La suelta extrañado el personaje fugado de la pantalla tras besar a Cecilia en el mundo real:
    - ¿Y el fundido a negro? ¿Hacéis el amor sin fundido a negro?

    ¿Hasta qué punto lo ficticio es materializador?. En este sentido ¿pueden llegar a ser conscientes los personajes de una creación?. ¿Son conscientes los seres “vivos”?. ¿Es positivo el efecto evasivo del arte?. ¿Y el resto de sus efectos?. ¿Son más reales los sueños o la “vida”?. ¿Y los deseos?. ¿Son más profundos y significativos unos u otros?... Todas estas preguntas se quedan en el aire, pero aunque W.Allen no responda ahí queda el efecto de vuelo de su historia. Vuelo mental y vuelo emotivo

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  5. Cabe destacar algunos párrafos de la critica de César Bárdes en su blog, Los ojos del lobo y que con respetuoso permiso le añado algunas pinceladas.

    El espejo no devuelve la imagen, somos nosotros los que la construimos en la mente. En esa mente engañosa, defraudada, hambrienta de escape, candidata perfecta para el engaño que sirve el cine...,
    Al leerte César me gustaría matizar que esta película es como una ensoñación, en donde del blanco-negro al color matizamos nuestros sueños e ilusiones y así poder decirte que, “El cine no es un trozo de vida, sino un espejo pintado y un trocito de pastel “y enlazamos pues con que el fondo, todos buscamos una pizca de magia en nuestras vidas grises tirando a marrones

    Y cuando dices que, “La tristeza también es capaz de hacernos soñar. Sueñen, sueñen…La realidad no tiene prisa.”, me recuerdan a aquellos versos de “La vida es sueño” de Calderón de la Barca

    Yo sueño que estoy aquí,
    destas prisiones cargado;
    y soñé que en otro estado
    más lisonjero me vi.
    ¿Qué es la vida? Un frenesí.
    ¿Qué es la vida? Una ilusión,
    una sombra, una ficción,
    y el mayor bien es pequeño;
    que toda la vida es sueño,
    y los sueños, sueños son.
    Así vio ,Wody Allen al realizar “La rosa púrpura del Cairo”.
    Cecilia sueña con rellenar sus días grises con algo de color y pintar así ese espejo que sólo le devuelve como imagen los sinsabores de una vida sin color y sueña con ese mundo de luz y de color que importa, si para sobrevivir el día a día, uno se sumerge en algo de ficción y se come un trocito de pastel que a pedacitos se degusta como es “el cine” (Un placer).
    Curiosidades
    Dice la lleyenda que le recomendaron a Woody que cambiase el final para hacerlo más alegre y reventar las taquillas pero él dijo que ni hablar... No podemos más que admirarle y darle las gracias, pues con otro final también sería una peli simpática, pero con éste es perfecta.
    Originalmente, sería el actor Michael Keaton quién interpretaría los personajes Tom Baxter y Gil Sheperd, y el actor llegó a grabar algunas escenas, pero como el director Woody Allen no le gustó el resultado, resolvió sustituirlo por Jeff Daniels.
    Woody Allen más de un golpe declaró que La rosa púrpura de Cairo, entre las películas que hizo, es su película preferida.
    Van Johnson fue uno de los galanes más famosos del cine de los años 40 y 50, sobre todo gracias a sus papeles en musicales, películas románticas y películas bélicas. En los años 60, fue acogido por la televisión y sus series más célebres, como El Virginiano o Hombre rico, hombre pobre. Su papel tardío en la ochentera película de Woody Allen La rosa púrpura del Cairo, fue un homenaje a él y a otros tantos actores de su generación.
    Pese a que fue "Annie Hall" la película que le dio prestigio, para Woody, "la rosa púrpura del cairo", (1985)es en su opinión ,de las películas más perfectas que ha hecho.
    Esta película, trata la mezcla entre realidad y ficción, y como las películas siguen siendo nuestras maquinas de sueños.

    Graciaaas y

    FELICES FIESTAS !!!!!

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  6. Bueno, qué decir ante este nivelón de programa y con las valiosísimas miradas de Claudio y de Venancio que aportan mucha alma, con un singular bisturí en los ojos y fantásticos en sus opiniones. Creo que habéis diseccionado a la perfección el universo de un Allen quizá un poco más atípico del habitual pero, desde luego, nadie podrá negar que estáis totalmente acertados e ingeniosos.
    También daros las gracias por el cariño con el que estáis preparando el programa y estoy seguro que será un rato charlando de cine, no tiene por qué ser de mi libro, entre amigos, entre personas que comparten la misma afición y con intereses muy comunes.
    En cuanto a la película en sí, poco se me ocurre para acotar. Perfecta la referencia a "El ángel exterminador" donde creo que Allen se mira en esta película, en la descripción de esos tiempos tristes que buscan casi con desesperación la distracción de un mundo de sueños que incluso puede llegar a enamorar y en la que cabe gran parte del universo personal de Woody Allen.
    Mostrarme en desacuerdo, eso sí, con el ciclo británico de Allen, me parece un pez sacado fuera de su mar y puesto en un lago inglés. Nunca ha llegado a gustarme "Match point" porque, en realidad, es una copia de "Un lugar en el sol" solo que con malos actores. "Scoop" es una película menor y ciertamente pasable. "El sueño de Casandra" es sencillamente, mala y, recién vista "Conocerás al hombre de tus sueños" me parece floja y desacostumbradamente británica en su humor. Mención aparte merece "Vicky Cristina Barcelona" que es un truño de mucho cuidado y una imitación burda del universo de Rohmer bajo la financiación pactada de antemano por parte de las ciudades que salen en la película. PAra mí, sin ir mucho más lejos y por seguir moviéndome en películas recientes, hay una grandísima diferencia entre estas películas y "Si la cosa funciona", que es la que le hizo volver a Nueva York y donde sí se ve al Allen ingenioso, gracioso, con una cierta mirada descreída hacia todo y hacia todos y mucho más en sintonía con el resto de su cine.
    También creo que la obra maestra de Woody Allen es "Manhattan" porque creo que, de alguna manera, es una obra de amor hacia una ciudad, hacia el tren que se escapa por culpa de la madurez y hacia un montón de cosas que sí creo que pasan por la mente de los cuarentones avanzados y que dejamos pasar porque somos como somos y no lo que sentimos.
    En todo caso, que me enrollo como las persianas, un gran coloquio. Enhorabuena a todos porque ha sido un gran placer escucharos cómodamente, desde el sillón.
    Un abrazo para todos y, por supuesto, feliz Navidad, os deseo lo mejor.

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