miércoles, 15 de septiembre de 2010

24 - Dublineses, los muertos (J.Huston)


Nota previa para el lector del blog; Conversacines es un lugar donde analizamos a nuestro criterio los films propuestos. La premisa para participar de este blog es haber visto primero la película en cuestión. Durante los siguientes minutos observarás y escucharás temas que te desvelarían partes de la trama. En caso de no haber visto la película no debes de leer los contenidos de este blog, ya que probablemente te reventaremos la misma.

En este Martes 28 de Septiembre hemos hablado sobre la última obra de un grande, don John Huston. Un director con una filmografía fascinante que plasmó tras la cámara una vida llena de energía y aventura.

Huston nos sorprende a todos en este último film de una gran belleza, que filmaría acompañado de una bombona de oxígeno para poder acabarla ante sus últimos días.

Participantes 24- Dublineses (J.Huston):

- Jesús Miguel Cabrero (Abogado y Amigo del Cine)
- Juan Caso García (Arquitecto, profesor de Construcción)
- Raquel Jaén (Estudiante Etsas Sevilla)
- César Bardés Cuéllar (Crítico de cine)

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(Nota: Para ver correctamente el reproductor, recomendamos Mozilla Firefox o Google Chrome)



ESCENAS:

Escena del poema

Escena Raquel

Escena final

6 comentarios:

  1. Antes que nada, un saludo lleno de muchisimo ánimo para Chus …

    Dublineses, los muertos

    El legendario John Huston se despidió del cine con una obra a la altura de su leyenda. Una película de extrema sencillez pero de compleja ambigüedad donde el realizador de “El Halcón Maltés” tiene la oportunidad de redimirse y de hacer una reflexión sobre los recuerdos del pasado que cada uno de nosotros tenemos impresos.

    La película de Huston está basada en un relato corto de James Joyce en su obra “Dublineses”, donde un grupo de aristócratas irlandeses se reúnen en una mansión para celebrar la Nochebuena. Pero uno de los invitados, una mujer resulta que acaba por recordar con la velada y con el canto de una de las anfitrionas unos oscuros y amargos recuerdos del pasado que la persiguen y que son imposibles olvidarlos.


    Es muy probable que muchos de sus actores no nos suenen, pero todos ellos están soberbios, con marcados rasgos y de distinta personalidad cada uno. La ambientación y fotografía merecen un punto aparte, pues de ahí reside el mayor encanto del film.

    Su primera hora nos sumerge en la fiesta de Navidad con un alto grado de interés, donde somos testigos de habladurías, gustos y deseos de todos los implicados. Su línea argumental se hace muy agradable de seguir, sin decaer en ningún momento.

    Ya en sus últimos veinte minutos, el personaje de una fantastica, grande Angelica Huston recuerda los fantasmas de su pasado de los que no se puede desquitar, donde hay cabida para una profunda y vigorosa reflexión sobre el amor y la vida.

    El legado de Huston es una cinta de lo más sencilla, pero con todos sus aspectos técnicos cuidados hasta el más mínimo detalle, algo notorio en su encomiable ambientación y en su extremo y voraz mensaje.

    Huston, de sangre irlandesa adquiriría con el paso del tiempo la nacionalidad.

    John Huston contó en su última película con la complicidad interpretativa de su hija Anjelica y de otro hijo, Tony, en el guión, para llevar a cabo el proyecto de adaptar un relato del escritor irlandés James Joyce, "The Dead" dentro de su colección de cuentos "Dubliners", mosaico social y satírico que acabaría conformando esa gran odisea de las letras irlandesas, el "Ulises". Huston que llevaba más de treinta años con la idea rondándole por la cabeza se decidió, en un estado grave de su salud ya muy avanzado, llevar a cabo la difícil empresa de poner a Joyce en el punto de mira del celuloide.

    Los últimos veinte minutos finales de esta obra maestra son un réquiem a la reflexión. Las voces lejanas pero en una misma habitación entre Gretta y Gabriel nos dan a concluir que la fiesta ha terminado y que los fríos copos de nieve barren el tiempo, se llevan a vidas pasadas y esperan el envejecimiento de otras. La muerte, ante la alegría y la felicidad de celebrar una cena tradicional, no se presenta como un hecho brusco sinó como un mero acto de reflexión. El director de clásicos como "El Halcón Maltés"; "El Tesoro de Sierra Madre"; "La Reina de África" y "El Honor de los Prizzi" sabía muy bien lo que hacía puesto que estaba dirigiendo su propio testamento.

    Debo confesar que no sería una pelicula que escogeria para pasar un buen rato, como para mi es una tarde de cine…, me ha resultado una pelicula muy lenta y densa.

    Tratar el tema de la muerte siempre produce raras sensaciones y en nuestra cultura muy mitificada, donde va el alma después de la muerte al cielo o al infierno?????
    Es el mundo en el que vivimos el purgatorio o el infierno????

    Honrar a nuestros muertos ¿??.., o Honrar a nuestros vivos ¿?

    Somos materia viva de millones y millones de atomos que cuando nuestro cuerpo se desintegra después de morir se volatilizan y siguen estando ahí…, por tanto hemos muerto ¿??.., o seguimos vivos ¿?. Controvertidas reflexiones.


    Un saludo.

    Eme soy

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  2. Es evidente que, debido a las circunstancias, el ritmo y la agudeza a la hora de realizar ciertas observaciones ha dejado mucho que desear, sobre todo en lo referente a ese crítico de cine, César Bardés, que se cree muy brillante y no pasa de mediocre. En todo caso, el tal fulano se olvidó de comentar algunas cosas que son interesantes.
    La primera de ellas es que John Huston, como bien se sabe, rodó la película conectado a una bombona de oxígeno debido a un enfisema pulmonar que sería, a la postre, la causa que le llevaría a la muerte. Los productores de la película, evidentemente, impusieron la obligación de tener un director en reserva que, no sólo estuvo en el banquillo, sino que se encargó de transmitir las órdenes de Huston y fue Karel Reisz, director encuadrado dentro del "Free Cinema" y al que se le debe, por citar la más nombrada, la película "La mujer del teniente francés".
    Por otro lado, en clave de buen humor, hay que recordar una anécdota estupenda sobre esa conexión a la bombona de oxígeno en una entrega de los Oscars en la que salieron a dar el premio Akira Kurosawa, Billy Wilder y John Huston. Se hizo responsable del asunto a Billy Wilder porque Huston sólo podía permanecer un minuto y cincuenta segundos desconectado a la bombona. Salieron los tres, anunciaron sin preámbulos a los nominados y el encargado de abrir el sobre fue Kurosawa. Resulta que los dedos de Kurosawa no eran todo lo ágiles que deberían ser y se trastabilló con la apertura del sobre. Billy Wilder, con su habitual acidez, le susurró al oído para meterle prisa: "En Pearl Harbor fuisteis más rápidos".
    El primer fotograma de "Dublineses" es una dedicatoria: "A Maricela". Maricela fue una mejicana que cuidó de él y se encargó de toda la intendencia de la residencia de Huston en Méjico, concretamente en Las Caletas, Puerto Vallarta.
    No comentamos nada del trabajo musical que realiza, espléndido, Alex North, autor de bandas sonoras extraordinarias como son "Espartaco", "La calumnia", "Cleopatra", "El gran combate" o "El tormento y el éxtasis" y que fue lamentablemente famoso por ser una de las pocas personas de la historia del cine que fue nominado catorce veces al Oscar y no ganó nunca.

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  3. También habría que destacar una escena de humor como es la de la interpretación al piano de la sobrina Mary Jane, y cómo los hombres, a excepción de Gabriel se van y cuando termina, todos vuelven para aplaudir y gritar "¡Bravo!", siendo además los más entusiastas de la audición.
    Debido a la última experiencia matrimonial de Huston, terrible y según sus propias palabras "me casé con un cocodrilo" aparece cuando los más jóvenes abandonan la casa y hacen un comentario sobre el frío y Colm Meaney, actor famoso por intervenir en las películas de Stephen Frears "La furgoneta" o "Café Irlandés" y dice textualmente: "Encontraremos las camas heladas, sólo por eso vale la pena casarse".
    El ataúd como el recuerdo del destino final que aguarda a los monjes en la conversación de la cena parece una certeza del propio Huston ante la certeza de su propia y ya próxima muerte.
    En todo caso, podrá gustar esta película o no, pero su sentido de la dirección era maravilloso y se basaba en la transición natural de un plano a otro, similar al pestañeo humano cuando cambia de dirección en la mirada. Dejaba a los actores que se movieran por el escenario a través de ensayos hasta que se sintieran cómodos y montaba con la cámara porque renunciaba a hacer planos máster y reducía su fórmula a la épica para planos generales y largos y si quería hacer una historia intimista, como es el caso, nunca de cuerpo entero salvo para hacer una panorámica del ambiente. En sus rodajes sobraba muy poca película. Era un hombre muy inteligente y gran escritor y, sin duda, los perdedores, los fracasados fueron su gran obsesión y su sentido evidente en toda su carrera de autor.
    Sólo quería terminar con algo que dijo el propio Huston al terminar esta película, que no llegó a ver estrenada pues falleció dos días antes de su presentación en el Festival de Venecia. Un periodista, al saber que era un proyecto que Huston llevaba queriendo hacer desde treinta años atrás, le preguntó si no lo había hecho porque le faltaba financiación. Huston, respondiendo con una media sonrisa, dijo:
    - No, me faltaba silencio.
    Ahí creo que se encierra toda su intención.
    En todo caso, un abrazo para mis compañeros de tertulia (Chus, tú también estuviste ahí) y mis disculpas por la inoportunidad de elegir un título tan poco adecuado que el azar ha querido juntar con tristes y dolorosas circunstancias.
    Sois fantásticos.

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  4. Pero ese critico.., siempre resulta brillante y acertado en sus apreciaciones y conclusiones...,

    Esta vez las curiosidades y anécdotas han ido de su mano.

    Y fué el azar el inoportuno

    Gracias..., por esoos conocimientos compartidos.

    Un saludo.
    María (Eme soy) ....

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  5. Bueno, Eme Soy, te voy a hacer presidente de mi club de fans. Alguien dijo una vez que "la genialidad comienza por ser consciente de las limitaciones" y te puedo asegurar que, aunque no me considero genial, sí que soy consciente de mis limitaciones y sé, porque la experiencia me lo ha dado, cuándo estoy bien, cuándo he escrito algo que merece la pena, cuándo estoy mal y cuándo escribo algo que merece ir a la papelera aunque, muchas veces, la obligación me domine y tenga que publicarlo.
    En todo caso, gracias a vosotros por desear recibir los modestos conocimientos que yo pueda tener. Dicen que por mucho que uno quiera compartir, no sirve de nada si el otro no desea recibir y, en este caso, la corriente es directa e inversa.
    Gracias Eme Soy por un apoyo que valoro (y que aquí, en Conversacines, valoran muchísimo) no sabes cuánto.
    Un saludo con afecto para ti.

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  6. Quiero expresar mi mas sincero agradecimiento a todos los que hicieron posible que este conversacines, el que siempre estará en mi memoria por lo desgraciado de las fechas en que se dió, se pudiese realizar.

    Para mi ha significado mucho y jamás lo olvidaré.

    Gracias a todos.

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